El coach es un Sherpa

Me gusta el concepto del coach como un  sherpa que acompaña al cliente a explorar, conocer y cambiar su Everest invertido.

El coaching posibilita que la persona sea consciente de todo aquello que determina su ser y forma de hacer hoy.

De lo que somos hoy, hay un 2% del que somos conscientes y que también los demás conocen de nosotros.

El otro 98% es lo que hizo y hace lo que somos hoy, no es tan consciente y tampoco es conocido por los demás. Ese 98% es lo que nos ha permitido llegar a este presente en el que somos.

Siendo conscientes de qué es lo que determina nuestra forma de relacionarnos con la vida, con los demás y con nosotros mismos (creencias, valores, juicios y prejuicios), siendo conscientes de cuáles son las fortalezas y debilidades, de nuestros recursos, adecuando nuestra percepción de la realidad y nuestra autopercepción es posible realizar los cambios necesarios para lograr cualquier objetivo así como también, ser la mejor versión posible de uno mismo y tener una vida más plena y satisfactoria.

Todo lo que uno desea, no forma parte de la realidad actual, no existe. Implica un cambio en uno mismo que hace posible el cambio de nuestra realidad.

¿Qué es lo que subyace en ese aspecto de la vida o de  nuestra persona que genera lo que somos y qué cambios se pueden realizar para lograr una diferencia que permita alcanzar la meta deseada o sentirse mejor consigo mismo y con los demás.?

A partir de un alto grado de autoconocimiento, cualquier objetivo deseado es abordado por el propio cliente a partir de la realización de cambios, pequeños o grandes, que le permiten lograr su objetivo 

El coach acompaña al cliente en ese proceso reflexivo mediante preguntas poderosas y herramientas de visualización, reconocimiento y análisis de esa gran cantidad de condicionantes del ser y el hacer, permitiéndole obtener esa información tan valiosa  para la evaluación de los cambios que  posibiliten el logro deseado.

Le invita a encontrar los recursos para promover ese cambio en forma efectiva y a trazar un plan de acción adecuado a sus tiempos y recursos, emociones y valores  y por supuesto a reevaluar y ajustar la planificación de acuerdo a aquellos imprevistos u obstáculos que puedan ir surgiendo durante el proceso.

Te acompaño hasta donde quieras llegar

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